La música y la letra de «Yesterday» se entrelazan magistralmente para capturar los corazones de los oyentes. Con una duración de dos minutos y tres segundos, la canción transporta a un mundo de nostalgia y reflexión. Desde los primeros acordes en Fa mayor hasta el cambio a Re menor, la progresión armónica en II-V7 evoca una sensación melancólica que envuelve a cada nota. Es un ejemplo de la genialidad compositiva de Lennon y McCartney, quienes utilizan el recurso de «gratificación diferida» para mantener al oyente en vilo y crear una experiencia musical inolvidable.

La grabación tuvo lugar en los legendarios EMI Studios de Londres, el 14 de junio de 1965. Se dice que McCartney fue el único miembro de The Beatles que participó en la grabación final, aunque algunas fuentes indican que inicialmente se exploraron diferentes instrumentos, como la batería y el órgano, antes de que George Martin convenciera a McCartney de tocar solo la guitarra acústica y añadir el evocador cuarteto de cuerdas. La toma dos de la canción, considerada la mejor, fue la elegida para la masterización final y es la versión que todos conocemos y amamos.